Las temperaturas bajas no cesan, aunque el solcito entibia apenitas los mediodías
La reserva está teñida de un color café muy bonito en toda su gama.
Las aves embellecen aún más el paisaje con su trinar tanto al amanecer helado o cuando el sol se pone tímidamente en el ocaso.
Desde lo alto los pájaros parecen controlar que todo esté en orden en el Parque
Las flores silvestres pequeñas crecen a resguardo bajo un árbol que les hace de reparo
frente a las blancas heladas.
Al podar algunas ramitas del jacarandá que en verano nos da su frescura al frente de nuestra casa,
el sol se mete por la ventana dando un brillo especial,
y sumando calidez al nido calefaccionado con leños encendidos.
Los aromitos son los primeros en preparar su inflorescencia, siendo esto una previa primavera
que llena de esperanza el espíritu aletargado por el frío del invierno.
A disfrutar de toda la belleza que cada estación nos brinda.
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