Encender un fuego es una técnica que los humanos empezaron a desarrollar hace un millón de años y a utilizar regularmente desde hace 400.000 años. Pero el fuego no sólo sirvió para cocinar alimentos y ahuyentar depredadores, sino que además permitió implementar actividades sociales al caer la noche, cuando ya habían llegado a su fin las labores de la jornada para garantizar la subsistencia.
Las chimeneas siempre regalan momentos mágicos.
Prepararse una taza de té o café caliente y sentarse junto al fuego a disfrutar
de una tarde tranquila, de armonía y relax.
La chimenea preside el living, ambiente que se disfruta en los inviernos al calor de los leños...
La mesa de
madera como centro de la escena es un mueble reutilizado,
con las patas costadas a la mitad , usando como guía
la molduras medias.
Cerca del fuego, leudan panes caseros, y su aromático humo
los perfuma suavemente
 |
Chapatis |
 |
Pan de campo |
 |
Pan de trigo en molde |
La ornamentación de la chimenea depende de cada estación del año.
Coronitas rústicas de Invierno hechas en casa con ramitas
y semillas secas recolectadas en las caminatas diarias
por el parque forestal Rafael de Aguiar
En Otoño...
Guirnaldas de hojitas secas bañadas en cera de abeja para que no se deterioren ...
y con arreglos navideños en Verano
Una chimenea de leña es la opción más sustentable para calentar el hogar, ya que la madera forma parte del ciclo de carbono neutro, es decir que el bióxido de carbono que se libera durante la combustión es el mismo que el árbol absorbió durante su crecimiento.
Al consumir leña sustentable proveniente de explotaciones autorizadas contribuimos a sanear los bosques y evitar plagas e incendios forestales.
Un estudio llevado a cabo por Polly Wiessner, una antropóloga de la Universidad de Utah (EE UU), con bosquimanos del Kalahari indica que las historias contadas a la luz del fuego ayudaron a construir la identidad social y cultural humana. El trabajo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), explica que estos relatos al calor de las llamas sirvieron para hacer evolucionar el pensamiento al reforzar las tradiciones sociales, promover la armonía y la igualdad, y cultivar la imaginación.
Investigaciones previas habían estudiado cómo ha influido el hecho de cocinar los alimentos en la dieta y la anatomía, 'pero se sabía poco acerca del efecto que había tenido la extensión de la jornada, gracias a la luz del fuego, en la cultura y la sociedad', señala Wiessner. 'Hay algo en el fuego en medio de la oscuridad que une, suaviza y entusiasma a la gente. Es algo íntimo. La noche alrededor de una fogata es universalmente tiempo de entretenimiento en el que se intercambia información social y emociones', dice esta antropóloga que ha estudiado a los bosquimanos desde hace 40 años.